viernes, abril 27, 2007

Narciso

Un narcisista centra todo su interés sobre su propia persona. Es un ser egocéntrico que se cree el centro del universo. Sinónimos de narcisismo pueden ser egolatría y egocentrismo.

El término proviene de la mitología griega: la leyenda cuenta que Narciso era un bello joven que iba todos los días a observar su reflejo en la superficie de un lago, el cual estaba cerca de su casa; sin embargo, Narciso no conocía su profundidad. Estaba tan obsesionado con su propia imagen que un día la intentó abrazar y se cayó al lago mientras la intentaba alcanzar. Como no sabía nadar, murió ahogado. Freud retoma la leyenda para hablar de una etapa temprana de la vida del niño, caracterizada por el amor a sí mismo.

Criterios para el diagnostico del trastorno narcisista de la personalidad

Se desconoce la causa. Los trastornos de personalidad son patrones de comportamiento duraderos que ocasionan problemas en las relaciones interpersonales y el trabajo. El trastorno de personalidad narcisista generalmente comienza a principios de la edad adulta y está marcado por el descuido de los sentimientos de los demás, la afectación, el interés obsesivo en sí mismo y la persecución de metas principalmente egoístas.

Criterios para el diagnostico de una personalidad narcisista:

1 - Tiene un grandioso sentido de auto importancia (por ejemplo, exagera sus capacidades, espera ser reconocido como superior sin unos logros proporcionados)

2 - Esta preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.

3- Cree que es especial y único, y que solo puede ser comprendido o solo puede relacionarse con otras personas de alto status

4 - Exige una admiración excesiva

5 - Es muy pretencioso (por ejemplo. expectativas poco razonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas)

6 - Saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas

7 - Carece de empatia: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás

8- Envidia frecuentemente a los demás o se cree que los demás le envidian a el.

9- Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios

Referencia: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-IV (1995). Masson, S.A.: España.



Agregaría una 10. Comete errores sin darse cuenta, hasta que es demasiado tarde, a quien daña o a quien arrastra por sus actos. ...

miércoles, abril 25, 2007

Chile. Psicólogo Jesús Redondo expondrá en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados

Visto en Psicologico.cl

Fuente: Comunicaciones FACSO

Para escuchar distintas posiciones sobre el proyecto de Ley General de Educación, la comisión de Educación de la Cámara de Diputados citó a partir de la primera semana de mayo a representantes de diferentes organismos dedicados al tema de la educación. Uno de ellos es el Observatorio Chileno de Políticas Educativas –OPECH –, dirigido por el Prof. Jesús Redondo, en un reconocimiento a la labor que viene desarrollando la iniciativa en los temas de educación. Si bien no es la primera vez que el Observatorio OPECH – compuesto por profesionales del Equipo de Psicología y Educación del Departamento de Psicología de FACSO (EPE) y el Programa Interdisciplinario de Investigación en Educación (PIIE) – es invitado por esta Comisión, esta vez cobra especial relevancia, pues se produce en medio de una discusión que, a juicio del Prof. Redondo, ha estado concentrada en muy pocos actores y donde han escaseado los argumentos. “Creemos que en los invitados por la comisión de Educación efectivamente hay una pluralidad de actores, lo que hace pensar que se podrán discutir argumentos y no sólo intereses”, señala. No obstante, considera que sería apropiado invitar a representantes de organismos internacionales.

“Evidencia internacional es lo que hace falta”, puntualiza. El Director del Departamento de Psicología lamenta la poca profundidad con que los medios de comunicación han tratado el proyecto, concentrándose sólo en dos artículos: la prohibición de seleccionar a los alumnos en la Enseñanza Básica y de lucrar con recursos públicos.

“La ley tiene muchos artículos más, y en definitiva se está discutiendo sobre el lucro y no sobre la educación. Es por eso que el Observatorio puede aportar en la línea de que la educación hay que tomarla como un tema estratégico de seguridad nacional, y ningún país deja un tema de seguridad nacional a los vaivenes de los mecanismos de mercado”, advierte el Prof. Redondo.

martes, abril 24, 2007

Regeneración nerviosa mediante nanofibras

Visto en El Tamiz. Noticias y reflexiones sobre ciencia y tecnología en español.


Un equipo del Instituto de Bionanotecnología de la Northwestern University, Illinois, EE.UU., ha conseguido algo que me parece impresionante: regenerar tejido nervioso en ratones mediante la inyección de moléculas que se asocian para formar nanofibras al llegar a los nervios.

Los resultados no son milagrosos, pero casi: en primer lugar, los científicos seccionaron la médula espinal de ratones de laboratorio de modo que éstos perdieron la movilidad en las patas de atrás. A continuación realizaron la serie de inyecciones - en seis meses, los ratones eran capaces de mover los miembros inferiores. No se recupera la movilidad total, pero los animales son capaces de andar torpemente, y es indudable que ha habido regeneración nerviosa.

Además del resultado, el método también es muy interesante: las inyecciones contienen moléculas algo similares a jabón biodegradable y que además contienen laminina, una glicoproteína importante en la formación del tejido nervioso. Cuando las moléculas llegan al tejido nervioso, se asocian unas a otras para formar una serie de nanofibras de tan sólo seis nanometros de grosor (unas cien veces más pequeñas que la longitud de onda de la luz visible). Estas nanofibras, de manera parecida a cómo las moléculas del jabón se asocian por sus extremos al agua y otra sustancia, son capaces de asociarse por ambos extremos al tejido nervioso, de modo que forman una especie de “andamio” que cubre la zona dañada.

Esta estructura de nanofibras realiza dos funciones: por un lado, evita que las células madre nerviosas se conviertan en tejido de cicatriz. Por otro, las estimula para que se conviertan en neuronas. Al cabo de un tiempo, los “andamios” han servido de base para que la red neuronal vuelva a regenerarse parcialmente. Y, al ser biodegradables, las nanofibras se vuelven a “desmontar” en unas ocho semanas, y son eliminadas del cuerpo.

Como hemos dicho, no es un milagro: por un lado, como podrás ver en el video, el ratón no ha recuperado la movilidad total. Se arrastra usando más las patas delanteras que las traseras, aunque es capaz de moverlas y ayudarse con ellas. Por otro lado, como hemos dicho, las nanofibras convierten las células madre que formarían la cicatriz en neuronas. ¿Qué quiere decir esto? Que el sistema sólo puede funcionar si se administra antes de que la sección en la médula espinal haya cicatrizado (los científicos estiman un día de plazo desde que se sufre la herida para que este método pueda funcionar).

Sin embargo, las posibilidades son enormes: hoy en día la esperanza de curación de personas que sufren lesiones en la médula espinal es muy pequeña. Este método ofrece expectativas muy buenas si se aplica, por ejemplo, en las pocas horas después de un accidente de tráfico. Además, esto demuestra una vez más que lo de que “un adulto no puede crear neuronas nuevas” es un bulo - estos ratones lo hacen, con ayuda, pero lo hacen.

Además, esta noticia vuelve a poner de manifiesto las enormes posibilidades de la nanotecnología médica. La capacidad de actuación a escala celular nos proporciona modos de actuar que, con la medicina convencional, parecen ciencia-ficción. De hecho, en este caso no vamos a decir “veremos qué pasa con esto en el futuro” como en otros: la FDA (Federal Drug Administration) americana ya está dialogando con la Universidad para que las pruebas clínicas con humanos empiecen en dos años.

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Fernando Molina P.
Psicologo

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viernes, abril 20, 2007

Libro Negro del Psicoanálisis. El Libro que mata a Freud

Sacado sin mas de El Periodista

Aqui el enlace directo al articulo


Libro Negro del Psicoanálisis
El Libro que mata a Freud
Ni el complejo de Edipo ni la elaboración de duelo tienen base científica. Psicólogos, expertos y pacientes las emprenden contra el siquiatra austríaco. Los mitos sobre la homosexualidad. Adelanto exclusivo para Chile del Libro Negro del Psicoanálisis.

Freud y la cocaína

Por Han Israëls. Historiador de la psicología. Autor de "El caso Freud. Histeria y cocaína".

En 1884 Freud, que entonces tenía 28 años, comenzó sus experiencias con la cocaína, una sustancia relativamente mal conocida en aquella época. Freud quería descubrir algo. Intenta así utilizar la cocaína como medio de liberarse de la morfinomanía: había leído en una revista norteamericana que eso era posible. Lleva a cabo la experiencia con Ernst von Fleischl-Marxow, un colega y amigo que se había vuelto morfinómano luego de una penosa operación quirúrgica.

Si se da crédito a las publicaciones de Freud, la desintoxicación de la morfina fue un acierto total. En 1884, escribe que el morfinómano en cuestión –del que evidentemente no proporciona el nombre– había logrado de inmediato, gracias a la cocaína, abstenerse de la morfina sin padecer síntomas de abstinencia importantes y que además, diez días más tarde, había dejado de tomar cocaína. En 1887 afirmó que era posible curar la morfinomanía por la cocaína y que él había participado directamente en la cura de este tipo, que había sido un éxito total.

Pero en su correspondencia privada, Freud cuenta, ofreciendo detalles, una historia muy distinta. (...) En mayo de 1885, un año después del comienzo del tratamiento, Freud anota en una carta a Martha que Fleischl sólo sobrevivía con ayuda de cocaína y de morfina, y que había utilizado grandes cantidades de cocaína durante los últimos meses. El consumo había sido tal que le había provocado una intoxicación crónica cuyas consecuencias eran un grave insomnio y una suerte de deliriums tremens. Se sentía tan mal que prometía suicidarse luego de la muerte de sus padres.

(...) La lección de esta historia es la siguiente: en sus publicaciones, Freud no tuvo ningún escrúpulo en presentar una terapia desastrosa como un éxito resonante. Un investigador que comunica sus resultados de este modo no merece ser tomado con seriedad. Sólo se puede calificar de estafador.


Los pacientes imaginarios

Por Mikkel Borch-Jacobsen. Filósofo. Autor de siete libros sobre psiquiatría e historia del psicoanálisis.

Una de las razones por las cuales ha sido necesario tanto tiempo para hacerse una idea más precisa de la eficacia de los análisis practicados por Freud es que evidentemente no se conocía la identidad real de sus pacientes. Protegido por el secreto médico, Freud podía entonces permitirse escribir lo que fuera, y sólo muy progresivamente se hizo camino la verdad, a medida que los historiadores lograban identificar a las personas que se ocultaban detrás de los nombres pintorescos de "Elisabeth von R.", del "Hombre de los Lobos" o del "Pequeño Hans". (..) El balance resulta poco convincente.

Señorita Anna O.: Sabemos ya que Bertha Pappenheim no se había curado en absoluto de ningún síntoma histérico por la "cura por la palabra" de Breuer, contrariamente a las aseveraciones repetidas por Freud. Se comprende, en estas condiciones, que ella haya sido más que escéptica en relación con el psicoanálisis: según el testimonio de Dora Edinger, "Bertha Pappenheim no habló nunca de ese período de su vida y se oponía con vehemencia a toda sugerencia de un tratamiento psicoanalítico para las personas que tenía a su cargo, ante la gran sorpresa de la gente que trabajaba con ella".

Cecilia M.: Su verdadero nombre era Anna von Lieben, nacida baronesa de Tedesco. Esta paciente muy importante (y muy rica) que Freud llamaba su "Maestra" (Lehrmeisterin) sufría también múltiples síntomas y excentricidades. Era además morfinómana. Según Peter J. Swales, que fue el primero en identificarla públicamente, su tratamiento con Freud, que duró de 1887 a 1893, no produjo ninguna mejoría en su estado, sino al contrario. Su hija declaró más tarde a Kurt Eissler –que la entrevistó para los Archivos Freud– que la familia detestaba cordialmente a Freud ("todos lo odiábamos") y que la paciente misma se interesaba mucho menos por la cura catártica que por las dosis de morfina que su doctor le administraba con liberalidad: "Vamos, lo único que esperaba de él era la morfina".

El Pequeño Hans: "La historia de enfermedad y curación" del pequeño Herbert Graf no fue tal, como tampoco las de Aurelia Kronich o Ida Bauer. Freud y el padre del niño, Max Graf, gastaron tesoros de ingeniosidad psicoanalítica para la curación de aquello que Freud llamó una fobia a los caballos, considerando que provenía del complejo de castración del pequeño niño. Herbert, que evidentemente parecía tener más sentido común que sus dos terapeutas, atribuía su miedo a los caballos y a otros grandes animales a un accidente de ómnibus del que había sido testigo, en el curso del cual dos caballos habían caído para atrás. En esta segunda hipótesis, mucho más simple y prosaica, no hay por qué asombrarse de que la angustia del niño por los animales se haya atenuado espontáneamente después de un tiempo. ¡Lo sorprendente es más bien que Herbert haya salido indemne del espantoso interrogatorio edípico-policial al que su padre y Freud lo sometieron!

El Hombre de los Lobos: En el caso de Sergius Pankejeff, podemos evaluar la eficacia a largo plazo de sus dos momentos de análisis con Freud, y es rigurosamente nula: sesenta años después, Pankejeff seguía siendo víctima de pensamientos obsesivos y de ataques de depresión profunda, a pesar de un seguimiento analítico casi constante por parte de los discípulos de Freud. Este brillante éxito terapéutico fue en realidad un fracaso total.


Una nebulosa sin consistencia

Por Mikkel Borch-Jacobsen.

No nos preguntaríamos más por qué el psicoanálisis tuvo tanto éxito si estuviéramos persuadidos de su validez. En realidad, la cuestión sugiere implícitamente que no creemos, o que ya no creemos: "¿Cómo explicar que una teoría falsa como el psicoanálisis haya tenido tanto éxito?". Para decirlo de otro modo: "¿Cómo hemos podido engañarnos hasta este punto?".

(...) ¿Qué hay en la teoría psicoanalítica que la vuelve capaz de cumplir tantas funciones? Nada, según mi opinión: precisamente porque es perfectamente vacía, perfectamente hueca, esta teoría pudo propagarse como lo hizo, y adaptarse a contextos tan distintos. Se equivoca quien se pregunta qué explica el éxito del psicoanálisis, ya que nunca hubo algo como el psicoanálisis, al menos entendiéndolo como un cuerpo de doctrina coherente, organizada en torno a tesis claramente definidas y por consiguiente potencialmente refutables. El psicoanálisis no existe; es una nebulosa sin consistencia, un blanco en perpetuo movimiento.

¿Qué hay en común entre las teorías de Freud y las de Rank, de Ferenczi, de Reich, de Melanie Klein, de Karen Horney, de Imre Hermann, de Winnicott, de Bion, de Bowlby, de Kohut, de Lacan, de Laplanche, de André Green, de Slavoj Zizek, de Julia Kristeva, de Juliet Mitchell? Más aún, ¿qué hay en común entre la teoría de la histeria profesada por Freud en 1895, la teoría de la seducción de los años 1896-1897, la teoría de la sexualidad del año 1900, la segunda teoría de las pulsiones de 1914, la segunda tópica y la tercera teoría de las pulsiones de los años veinte? Alcanza con consultar cualquier artículo del "Diccionario del psicoanálisis" de Laplanche y Pontalis para darse cuenta de que el "psicoanálisis" ha sido desde el comienzo una teoría que se renueva (o flota) permanentemente, capaz de tomar los virajes más inesperados.

(...) Freud se permitió a menudo cambiar sus teorías cuando percibía que estaban invalidadas por los hechos (Clark Glymour, Adolf Grünbaum), pero se confunde rigor falsacionista y oportunismo teórico. Ningún "hecho" era susceptible de refutar las teorías de Freud, las adaptaba a las objeciones que se les hacían.


El psicoanálisis decepcionó al mismo Freud

Por Isabelle Stengers. Filósofa de las ciencias belga.

Final de su vida, en el artículo "Análisis terminable e interminable" de 1937, Freud confiesa en términos muy claros el fracaso de toda su empresa. (...) Freud mostró con enorme insistencia que la relación de fuerzas entre el paciente y el analista es desfavorable para este último, en el sentido de que todo lo que puede movilizar en contra de las resistencias del paciente no basta, la mayoría de las veces, para vencerlas. Entonces la técnica psicoanalítica no ha cumplido sus promesas, decepcionó al viejo Freud exactamente de la misma manera en que la hipnosis lo había decepcionado en los tiempos del inicio del psicoanálisis. Desde este punto de vista, este artículo pone un punto al psicoanálisis, un punto verdaderamente final, y, si uno lo lee desde esta perspectiva, como nosotros lo hemos hecho, es algo que resulta del todo evidente.

Encontramos que la mayor parte de los psicoanalistas no lo lee de este modo. Prefieren adoptar otra lectura, que por otra parte ha sido sugerida por el propio Freud: ¿el psicoanálisis es un oficio imposible? Bueno, glorifiquémonos entonces de la práctica a pesar de todo, con todo conocimiento de causa.

(...) Uno puede, sin embargo, plantearse con seriedad preguntas sobre esta última "defensa" del psicoanálisis, que se parece mucho a una pirueta. Porque Freud, antes, unía sin ambigüedades lo cualitativo y lo cuantitativo, en otras palabras, la teoría (la ciencia) y la técnica (la curación). Es el factor cuantitativo, es decir, el alivio eficaz de la curación psicoanalítica, el que le ha servido para promover el análisis como una psicoterapia-que-no-es-como-las-otras. De golpe, uno advierte que ese "hemos tenido razón cualitativamente" suena muy hueco. Flota en el aire, ya que ha perdido todo el apoyo que Freud le había dado antes. En realidad, ese "cualitativamente nosotros tenemos razón" equivale simplemente a un "existimos y vamos a continuar existiendo". Y es así como lo han entendido los psicoanalistas: "Sí, reconocemos que la mayoría de las curaciones son interminables y se saldan por un fracaso, ya que la grandeza del psicoanálisis es reconocerlo y no satisfacerse con falsas curaciones".


Los honorarios sin escrúpulos

Por Peter Swales. Historiador del psicoanálisis galés.

Tres años más tarde (en 1913), en un ensayo titulado "Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis", Freud aborda la cuestión de los honorarios, un tema que omitió profundizar siempre en su obra publicada –tan lamentablemente, hay que señalarlo. Recomienda a los practicantes adoptar desde el comienzo una actitud muy franca. Deben convenir expresamente, con audacia y sin escrúpulos, honorarios suficientemente altos para que los clientes potenciales tengan la impresión de que la prestación que les será propuesta tiene valor. A la "cuestión molesta" de la duración del tratamiento –una cuestión "a la que, de hecho, es casi imposible responder"– Freud argumenta que un analista sólo puede dar garantía de que durará "más de lo que prevé el paciente".

Freud sostuvo que los honorarios elevados estaban justificados por el hecho de que, cualquiera fuera la duración del tratamiento, el psicoanálisis contaba con su promesa de partida: la cura de la neurosis. Por otra parte, es a partir de consideraciones terapéuticas que él recomendó esa actitud interesada; después de todo, la reducción progresiva del volumen del portafolio o del contenido de los bolsillos del paciente podía servirle de aguijón para mejorar en la vida. En virtud de este razonamiento y de la idea de que el pago de honorarios permitía mantener la relación entre el doctor y su paciente en un plan estrictamente profesional, el psicoanalista estaba entonces por la fuerza de las cosas en la imposibilidad de seguir con los pacientes por caridad, lo que, de todas formas, habida cuenta de los tiempos pasados, había sido fuertemente perjudicial para sus ingresos.

El corolario era que se les negaba a los pobres el beneficio del psicoanálisis, y que sólo merced a los dones del dinero, cualesquiera que fueran, podían hacer desaparecer sus neurosis. Con tales propósitos, Freud afirmaba hablar con conocimiento de causa.

Durante diez años, preocupado por hacer llegar la luz hasta los secretos de la neurosis, había atendido siempre a uno o dos pacientes gratis; luego las cosas tomaban un carácter inevitablemente personal, arruinando de manera irreversible la alianza terapéutica.


Cualquiera puede ser psicoanalista

Por Jacques Van Rillaer. Profesor de Psicología de la Universidad de Louvain-la-Neuve en Bélgica.

Detengámonos un poco más en el hecho de que el psicoanálisis es una actividad fácil, lo que poca gente comprende, salvo quienes lo han practicado. Sin embargo, el propio Freud lo ha dicho y lo ha repetido: "La técnica del psicoanálisis es mucho más fácil de aplicar de lo que uno se imagina a partir de su descripción". La regla de atención flotante, que dirige el modo en que el psicoanalista escucha, "permite economizar un esfuerzo de atención que no se podría mantener todos los días durante horas". "Cada uno posee en su propio inconsciente un instrumento con el cual puede interpretar las expresiones del inconsciente de los demás". "El trabajo analítico es un arte de la interpretación, cuyo manejo concluyente demanda cierto tacto y práctica, pero que no es difícil aprender".

(...) En una curación, el analista freudiano adopta esencialmente tres tipos de actividad: (a) escuchar en estado de atención flotante, es decir, sin el esfuerzo de atención; (b) emitir regularmente "hummmm", para asegurarle al cliente que se le está escuchando y que tiene interés en continuar asociando "libremente"… sobre temas freudianos; (c) hacer de tiempo en tiempo interpretaciones, a veces comprensibles, a veces enigmáticas.

La decodificación psicoanalítica es muy simple: en gran parte, consiste en separar las palabras –llamadas "significantes"– y en señalar analogías o significaciones simbólicas. Esto es accesible a toda persona que terminó el secundario y que leyó algunos libros de psicoanálisis. Cuando el cliente hace preguntas comprometedoras, sólo hace falta devolverle el fardo: "¿Por qué me pregunta eso?", "¿Qué interpela eso?", etc. Sus críticas y sus oposiciones se interpretarán como "resistencias", "negaciones" o manifestaciones de una "transferencia hostil". Nunca remiten al analista en cuestión.

Cualquiera puede autorizarse como "psicoanalista" y ejercer este oficio, que no tiene estatus legal. Desde que el psicoanálisis ha tenido éxito, numerosas personas lo han practicado sin haber hecho estudios de psicología o de psiquiatría.


La táctica de la jerga incomprensible

Por Jacques Van Rillaer.

Los freudianos –principalmente en Francia– utilizan bonitas fórmulas y se jactan de una vasta cultura literaria y filosófica. A instancias de Lacan, citan mucho a Platón, a Goethe, a Poe. Conocen algún mito antiguo y desde luego a los poetas surrealistas. Pero no hay que dejarse intimidar, y resulta útil recordar, según el eminente epistemólogo Gaston Bachelard, que "la paciencia del erudito no tiene nada que ver con la paciencia científica". Otro modo de engañar con falsas apariencias es el uso de una jerga incomprensible. Este tipo de lenguaje ofrece seguridad intelectual porque vuelve a la doctrina aparentemente "irrefutable" (a toda objeción, se puede responder: "Usted no ha comprendido nada", "La verdad analítica es otra, está en todas partes"), promueve mistificaciones (haciendo pasar simples acrobacias verbales por nuevas contribuciones al saber), facilita el abuso de poder y de la explotación financiera, proporciona intensas satisfacciones narcisistas. Para no dejar que se burlen de uno, conviene leer el análisis hecho por Erwin Goffman de los procedimientos de mistificación del público. Citemos sus conclusiones: "Como lo muestran innumerables cuentos populares e innumerables ritos de iniciación, el verdadero secreto oculto detrás del misterio es, a menudo, que en la realidad no hay misterio; el verdadero problema radica en impedir que el público también lo sepa".

(...) Lacan explotó sin avergonzarse la táctica de interpretaciones sibilinas. Los alumnos-analizantes intentaban, en grupo, decodificar sus palabras. Jean-Guy Godin escribió, en el diario de su análisis didáctico con el maestro parisino: "Por supuesto, la estrategia –digamos el cálculo de Lacan– era uno de nuestros temas de conversación regular en ese bistró donde estábamos; ya que sus intervenciones presentaban siempre un costado enigmático, algo indecible: ¿se podía apostar con certeza acerca de la presencia de intenciones o sobre la ausencia de segundas intenciones?". Para sus admiradores, Lacan podía producir cualquier asociación libre y decir lo que sea: ellos se encargarían luego de otorgarle un sentido, un sentido profundamente bien comprendido.


Las mentiras de Freud

Por Frank Cioffi. Epistemólogo norteamericano. Autor de "Freud y la cuestión de la pseudociencia".

Sigmund Freud pudo haber sido un gran hombre, pero no era por ello un hombre honorable. Grande por la imaginación y la elocuencia, se deshonró al dirigir un movimiento dogmático en interés del cual nunca dejó de perjurar. Es posible que haya sido herido, alguna vez, por su tendencia a renegar de sus ideales.

(...) Entre las mentiras de Freud, se pueden citar las siguientes: que descubrió el complejo de Edipo sobre la base de falsos recuerdos de seducción paterna; que había una vez una joven llamada Anna O.; que su teoría de la sexualidad ha sido confirmada por la observación directa que emprendió de los niños; y que no tenía ninguna idea preconcebida en cuanto a la influencia de la sexualidad cuando comenzó a analizar a sus pacientes, por lo que la supuesta corroboración no pudo ser debida a la sugestión.

(...) Algunos reconocen las mentiras de Freud, pero las perdonan en virtud de verdades que no han sido sin embargo transmitidas y de sus consecuencias benéficas. Este razonamiento no es nuevo. Un historiador norteamericano, escandalizado por el rechazo de Speer a admitir que estaba al tanto de la "solución final" (de los nazis) y persuadido de que había mentido cuando rechazó asistir a una conferencia sobre este tema, habría modificado el informe de los debates, de manera que Himmler parecía dirigirse directamente a Speer. Un filósofo de las ciencias canadiense le concedió a Freud las mismas circunstancias atenuantes: "Freud, como muchos teóricos celosos, sin dudas falsificó las pruebas en función de la teoría. Freud demostró un compromiso apasionado por la Verdad, la verdad profunda, subyacente, en tanto que valor. Este compromiso ideológico es totalmente compatible con el hecho de mentir como un zapador, y hasta puede incluso exigirlo".


¿El psicoanálisis cura?

Por Jean Cottraux. Psiquiatra francés. Director de la unidad de tratamiento de la ansiedad del hospital de la Universidad de Lyon.

¿Exploración indefinida o cura de las mentes con problemas? ¿Disciplina reina del conocimiento de sí o método terapéutico? ¿Desarrollo personal o terapia? Los psicoanalistas han sabido aprovechar esta ambigüedad notablemente. Cuando se les pregunta sobre la eficacia de la terapéutica, responden que su objetivo último es el conocimiento de sí. Cuando se les exige que justifiquen los conocimientos que adquirieron por este método, dicen que la prueba brillante son sus resultados terapéuticos y que éstos se miden con la vara de los testimonios de cada caso definitivamente curado. A este doble lenguaje se añade a veces la arrogancia frente a los demás tratamientos psicológicos y farmacológicos. Estos últimos se orientan a tratar pero no a curar. El psicoanálisis cambiaría las estructuras mentales mientras que los otros métodos no harían más que desplazar los síntomas.

Sin embargo, los capítulos de este libro no permiten afirmar que la cura sea muy frecuente en psicoanálisis, incluso en las manos particularmente esclarecidas del padre del psicoanálisis. El mito de la sustitución de los síntomas en las otras formas de psicoterapia, en particular de las terapias cognitivo-conductuales, ha recorrido un largo trecho.

En nuestros días, la cuestión de los resultados del psicoanálisis agita no sólo al mundo de los psicoanalistas, sino también al gran público. Éste está mejor informado y deseoso por comprender qué le espera en el diván, y también quiere evaluar las alternativas a un método largo y costoso.

Desde los orígenes, se le reprocharon a Freud menos sus ideas, sus juicios banales y próximos a los de Charcot y Janet, que la poca eficacia de su método. Durante el siglo XX, la controversia continuó a pesar de la marcha triunfal del psicoanálisis. Desde los años sesenta, los cuestionamientos han sido, en especial, más numerosos y han llevado al advenimiento de otras formas de psicoterapia en la mayoría de los países democráticos, en particular en Estados Unidos y en los países de Europa. No ha sucedido lo mismo en Francia, que sigue siendo, con la Argentina y Brasil, uno de los bastiones de la influencia psicoanalítica casi sin parangón hasta el día de hoy.


Víctima del psicoanálisis
Por Annie Gruyer. Se psicoanalizó durante siete años.
Un martes de septiembre de 1992, puse término a siete años de terapia de inspiración psicoanalítica. Yo acababa de cumplir veinte años. Me acuerdo del inmenso alivio que sentí ese día: tenía la impresión de que me estaba arrancando de una especie de laberinto donde yo erraba desde hacía años, sin ningún fin preciso, sin poder estar segura de que un día encontraría una salida. Me sentía liberada, aun cuando no había resuelto ninguna de mis dificultades, aun si retomaba mi camino con los mismos sufrimientos, las mismas preguntas al hombro.

(...) Centro hospitalario, consulta externa, un lunes a las dos de la tarde. Inicié mi primera entrevista en terapia cognitiva-conductual (TCC). El médico psiquiatra que me recibió comenzó inmediatamente el diálogo. Me preguntó por qué había venido, cuáles eran mis dificultades. Yo le expliqué mis perturbaciones y qué cosas me invalidaban en la vida cotidiana. Después de haberme planteado algunas preguntas suplementarias, me dijo esto: "A través de todo lo que usted me explicó, le puedo decir que todo lo que usted describe lleva un nombre: agorafobia acompañada de una perturbación pánica. Es importante que usted sepa que yo entiendo lo que sufre, y que usted no está sola en este caso. Es una fobia conocida y que se puede tratar: podemos ayudarla".

Siete años barridos en una sesión. Me sentía aliviada, ligera: yo no estaba loca, yo no era la única en sentir esas terribles crisis de angustia, yo podría librarme de ellas. Y ahora me sentía apoyada.(...) En 18 meses, hice progresos que no imaginaba que fueran posibles. Entonces, ¡existían otras terapias además del psicoanálisis! Enfoques sin un Gran Maestro todopoderoso ni discípulos fanáticos. Para mi, la solución vino de la TCC. Para otros, se tratará de otra forma de tratamiento. Hoy lo importante ya no es hacer del paciente una víctima, un ser pasivo al que se deja empantanado en un síntoma que sería "solamente" la parte visible de un iceberg... Que cada persona que sufra pueda ser aliviada prioritariamente de sus perturbaciones y síntomas por médicos y psicólogos que dialogan y que tratan. Cada enfermo, aún en el terreno de la salud mental, tiene derecho a un diagnóstico, a una explicación del enfoque propuesto por el terapeuta. El fin de un tratamiento debería ser el alivio del sufrimiento y la autonomía del individuo en una "alianza terapéutica" y humana. Es una cuestión de salud pública.


El psicoanálisis saboteó a las madres
Por Violaine Guéritault. Psicóloga. Autora de "La carga emocional y física de las madres".

Durante décadas, el psicoanálisis se dedicó a sabotear ese frágil lugar que la sociedad de los hombres había dejado a la mujer: su rol materno, la transmisión, con la vida, del amor, de la educación de los primeros años. Durante milenios las mujeres habían sido consideradas inferiores a los hombres, excepto en el dominio familiar, en el cual se les reconocía su competencia y su valor. Con el psicoanálisis ya no les queda ni siquiera ese espacio reservado a ellas.

Durante mucho tiempo, Estados Unidos contribuyó a vehiculizar esas teorías culpabilizadoras de la madre hasta que la corriente de pensamiento freudiana perdió progresivamente su vigor en los años ochenta y noventa. (...) La psicología moderna comprendió que el psiquismo humano no era un parque de diversiones en el cual uno puede permitirse enunciar pseudoverdades sin tener pruebas tangibles de lo que se postula. El drama psicológico que durante años vivieron cientos de madres de esquizofrénicos o autistas, acusadas de los peores delitos basándose sólo en la fe que se prestaba a un puñado de psiquiatras, resulta tanto más inadmisible si se atiende a que la investigación científica ha demostrado hoy que esas graves perturbaciones son en buena medida de origen neurofisiológico. ¿Qué consecuencias trágicas ha traído la culpabilización a ultranza de estas madres? ¿Cuántas madres han vivido con la convicción de que eran monstruos incapaces de amar verdaderamente a sus hijos? ¿Cuántos dramas familiares y vidas arruinadas?

(...) Parecería que, en Francia, las madres son siempre consideradas peligrosas para sus hijos, y aun mortíferas. Tal como la Reina de la Noche, en "La flauta mágica" de Mozart, que quiere arrancar a su hija Pamina de la influencia de su padre, el sabio Sarastro, ellas se desgañitan en gritos histéricos y devastadores. No estamos hablando de algunos casos abusivos, de algunas madres: ¡no! Son LAS madres en general, TODAS las madres. ¿Dónde están los estudios, las investigaciones? ¿Sobre qué reposan estas perentorias acusaciones?


Los mitos sobre la homosexualidad
Por Pascal de Sutter. Psicólogo y sexólogo. Jefe de Sexología del Hospital de Waterloo, Canadá.

Freud enunció teorías muy refutables sobre la homosexualidad. No duda en citar a Iwan Bloch para afirmar que la homosexualidad "está extraordinariamente difundida en numerosos pueblos salvajes y primitivos".

¿De dónde viene, entonces, que la llame una "perversión"? De la madre, probablemente… Según el psicoanálisis, ella es muy a menudo la causa de los problemas. "Entre todos los hombres homosexuales, existió en la primera infancia, olvidada más tarde por el individuo, una relación erótica muy intensa con la persona femenina, generalmente la madre, suscitada o favorecida por la ternura excesiva de la madre misma, reforzada además por la retirada del padre en la vida del niño", escribió.

Y si un homosexual afirma que su madre no suscitaba una ternura excesiva, Freud dirá que la ha "olvidado". Advirtamos sin embargo que, para Freud, no sólo los padres se ven cuestionados: la acentuación del erotismo anal también sería un factor que favorecería la predisposición.

El erotismo anal es una idea que regresa numerosas veces en los escritos de los sucesores de Freud. Esto alude evidentemente a la práctica de la sodomía. ¿Pero no es ridículo vincular el fenómeno de la homosexualidad a una simple práctica sexual (que por otra parte no concierne a todos los homosexuales, ni es practicada por todos ellos)? Siguiendo la misma lógica, se podría decir que las mujeres que practican la felación ¡tienen una fijación con el erotismo oral!

(...) Freud estaba impregnado de las concepciones de su tiempo, una época en la que se consideraba a las mujeres como inferiores, a los homosexuales como perversos y a los niños como a seres a quienes sólo una sólida educación podía conducir por el recto camino. ¿Era la suya, a pesar de todo, una luz liberal en un océano de oscurantismo? Podemos dudarlo si se considera que en su época vivía Havelock Ellis (conocido por otra parte por Freud, quien lo cita alguna vez). (...) Ellis estimaba que la homosexualidad podía ser considerada como una simple variación estadística, idea totalmente escandalosa en su época. Freud, mucho más conformista, la clasificaba entre las perversiones.



Fernando Molina P.

Psicologo

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miércoles, abril 18, 2007

Sobre un almuerzo y el desvario de un asesino...

En el dia de ayer, en un ameno almuerzo que sostuve con Rodrigo, ex compañero de oficina, y su jefe actual en el Servicio de Salud de Coquimbo, me preguntaron: ¿como explicas tu como psicólogo lo que paso en EEUU?, ¿como un muchacho de 23 años puede llegar a tener esas conductas vejatorias y llegar a matar a otro ser humano?.
No puedo negar que por mi cabeza pasaron libros de psicopatologías, papers sobre estados maníacos y la figura de mas de algún profesor intentando descifrar este hecho.Mi explicación solo se sostuvo en una premisa: Experiencias de vida traumantes en el pasado que pudieron afectar su realidad actual.
Y fue el hecho de ver el noticiario hoy en la mañana que me di cuenta que tan lejos de esa realidad no estaba. Cho Seung Hui, 23 años, de nacionalidad coreana, había tenido un historial de depresión, tratamiento farmacológico por su padecimiento, simplemente, bordeo la locura. Según se expone en variados medios (dentro de los cuales están este tipo de bitácoras - blogs), Cho simplemente fue cegado por una infidelidad, lo que motivo su accionar.
No puedo negar que mis creencias hacen referencia también al fácil acceso en EEUU a comprar y portar armas de grueso calibre libremente en sus hogares, oficinas y calles. Aspecto que deberían de empezar a considerar si no quieren que hechos como estos (que se vienen postulando desde la década de los 70') se vuelvan a repetir.
¿Como una mente joven, puede cerrarse a los postulados que "nosotros" creemos normales?, muchos podrían aportar que se debe al acceso que han tenido estas nuevas generaciones a adiestramiento en manejo de armas, no estoy hablando de entrenamiento militar o para militar, si no mas bien el adiestramiento de apuntar y disparar en casa o en los centros de juegos. Exacto, el jugar a Land of Dead, o Virtual Cop, hacen que el adiestramiento de la motricidad coordinada sea reforzada una y otra vez. Se que estoy lanzando piedras a lo mismo que yo soy un fanático acérrimo (los videojuegos), pero no puedo dejar de negar que es una enseñanza mas en nuestra adolescencia.
Si bien estoy postulando estas palabras solo desde mi visión (desconozco si realmente Cho jugaba algo, no como lo acontecido en Columbine en el año 99, donde si hay testimonios que afirman su posible adicción a juegos de este tipo), creo que no se pueden dejar de lado.
Aun no he podido responder a la pregunta que Rodrigo me hizo, creo que hoy tengo mejores argumentos: Simplemente, un estado de psicopatía aguda y quizás crónica, hizo que este joven matara a 33 personas y dejara a mas de una veintena al borde de la muerte.
Desde este rincón, aliento a las familias que perdieron a sus seres queridos, apoyo a los que no lo olvidaran nunca, y un expreso llamado de atención a un gobierno en decadencia moral.

Fernando Molina P.
Psicologo

miércoles, abril 04, 2007

La Mujer

(escrito por un hombre)

1) Nos importa un carajo cuanto pesan. Es fascinante TOCAR, ABRAZAR Y ACARICIAR el cuerpo de una mujer. PESARLA, no nos produce ningún efecto.

2) No tenemos la menor idea de lo que es una medida. Nuestra
evaluación es VISUAL. Es decir, si tiene forma de guitarra, está bien. No nos importa cuanto mide en centímetros. Es una cuestión de proporción, no de medida.

3) El prototipo IDEAL del cuerpo de una mujer,... son las modelos de
almanaques de llanteras. Curvilíneas, carnosas, femeninas... esa clase de cuerpo que de un solo golpe de vista uno identifica sin duda alguna y en una fracción de segundo: MUJER. Las flaquitas que desfilan en las pasarelas, siguen la tendencia diseñada por modistos, que dicho sea de paso, son TODOS GAYS, y odian a las mujeres y compiten con ellas. Sus modas, son simple y llanamente agresiones al cuerpo que
odian.

4) No hay belleza más irresistible en la mujer que la FEMINIDAD Y LA DULZURA. La elegancia y el buen trato, son equivalentes a mil Viagras.

5) El maquillaje se inventó para que las mujeres lo usen. Úsenlo. Para andar a cara lavada, estamos nosotros.

6) El pelo, largo o corto, pero femenino. Para cortes masculinos estamos nosotros.

7) Las faldas se inventaron para que luzcan sus magníficas piernas. Para que carajo se las tapan con pantalones anchos? ¿Para que las confundan con nosotros?

8) Un pecho es un pecho, las caderas, son caderas y punto. Si la naturaleza les dio ese aspecto curvilíneo, es por algo y reitero: A
NOSOTROS NOS GUSTAN ASI. Ocultar esas curvas, equivale a tener tu mejor sillón embalado en el sótano.


9) Es una ley de la naturaleza que todo aquel que se casa con una modelo
flacucha, anoréxica, bulímica y nerviosa al poco tiempo se elige una amante gordita, simpática, relajada y llena de salud.

10) Entendámoslo de una vez: traten de gustarnos A NOSOTROS, no a ustedes, porque nunca van a tener una referencia objetiva de cuan lindas son, de mujer a mujer. Ninguna mujer va reconocer JAMAS delante de un
tipo que otra mujer está linda...de la misma manera que un gerente de la Coca
Cola, jamás le dirá a un empleado suyo que el gerente de la Pepsi es mejor administrador que él y paga mejores sueldos.

11) Las jovencitas son lindas...pero las de 30 para arriba, SON EL VERDADERO PLATO FUERTE. Por Charlize Theron, somos capaces de cruzar el Atlántico a nado.

12) El cuerpo CAMBIA. Crece. No pueden pensar sin estar psicoticas, que les puede entrar el mismo vestido que cuando tenían 18 años. Además, una mujer de 30, que le entre la ropa de cuando tenía 18, o tiene problemas
de desarrollo, o se está autodestruyendo

13) Nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea: la que cuando hay
que comer, come con ganas (la dieta, vendrá en septiembre, no antes); cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni
sufre); cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas (los chicos
están bien adonde están y no se van a morir por no ver a su madre una hora y media); cuando hay que comprar algo que le gusta, lo compra (no piensa en que le está quitando algo a sus hijos, sino que sabe que ella lo vale
y por eso lo adquiere); cuando hay que ahorrar, ahorra (y no sufre pensando en lo que se priva, porque lo hace por algo).

14) Algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, NO LES QUITAN SU BELLEZA. Son heridas de guerra, testimonios de que han hecho algo con sus vidas, no han estado
años de vagas, ni "rascándoselas" ni en un spa. Han VIVIDO. El cuerpo de la mujer es la prueba de que Dios existe. Es el sagrado recinto donde nos gestaron a todos los hombres, donde nos alimentaron, nos mecieron y que nosotros sin querer, arruinamos llenándolas de estrías, de cesáreas y demás cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos. Cuídenlo..
Cuídense. Quiéranse

La belleza es todo eso. Todo junto!