jueves, febrero 28, 2008

Solo una Semana

Son las 10.30 de la mañana. Mañana de Jueves,sentado en mi silla, frente al notebook, me preparo para trabajar, esperando que mañana se haga presente y pase rapido. Llegue a las 8 AM. ¿Porque tanto espacio entre mi llegada y el momento de comenzar a abrir los archivos necesarios para complementar lo que debo hacer?, la verdad, esperando que la Ley de Murphy se haga presente en algún momento.
Es la esperanza de todo pesimista, que finalmente, lo malo que pueda pasar pase, para después argumentar "sabia que pasaría, siempre es así".
Noto algo extraño desde hace un tiempo. Sensaciones extrañas que inundan mi vivir diario: pesadez estomacal no relacionadas con las 3 comidas diarias que suele tener, mas bien una sensación rara, sin dolor, si con molestia. Un psicólogo, como uno que conozco, diría que es angustia.
Por primera vez tengo estas sensaciones que se alojan en mi estomago, pecho y espalda. Una sensación de presión, de apremio, que inundan mi cabeza y hacen que funcionen mejor los lagrimales de mis ojos. Pero estas no se permiten caer por mi rostro. Porfiadas ellas, se mantienen sujetas solo paseando por el borde inconexo de mis parpados.
Me cuestiono cual es la motivación para esta acción tan profusamente inquietante. Aun no concibo respuesta.
Sentimientos, planes, proyectos, deseos, y un duro choque con una realidad presente, con la racionalidad que me esta inundando. Esa racionalidad que se rehúsa a lo cotidiano que, aun cuando quiero apagar con todo el poder mis pulmones y voz, no logro acallar, que me repite una y otra vez ¿a donde vas?.
Pregunta que se suma a una realidad pesada, cansada, confusa, como si de un caleidoscopio se tratase.
Como una espina que se incrusta y deja una pequeña astilla que se va de a poco infectando, me concentro en buscar la forma de sacar este karma.
El visionar una luz al final de mi túnel personal, me permite respirar. Mas aun al saber que tu mano busca en aquel limbo de mi irracionalidad mi cuerpo para prestarme apoyo, al fin de estar junto a mi. Me aliviana, mas no me hace respirar con total tranquilidad.
Semana de incertidumbres, de dudas, de espejos empañados que no me permiten ver mi reflejo puro, claro, pulcro, desnudo.
Solo una semana.
El sol sigue saliendo, y me mente divaga entre la realidad percibida y la realidad autoimpuesta, entre el futuro real y los deseos y sueños a concretar.
Solo una semana.
¿Visión de futuro?, mas bien un BIENVENIDO A LA REALIDAD.
--
Fernando Molina P.
Psicólogo
Practitioner en Programación Neurolinguistica
(56 - 985361755)

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